Dentro de un equipo de fútbol, cada uno de los once jugadores aportan para el beneficio de todo el equipo. Pero estaremos de acuerdo en que algunas posiciones del campo resultan más determinantes que otras.
Por ejemplo, al iniciar una jugada, un defensa central tal vez reciba muchos pases de sus compañeros, pero esa situación es bastante sencilla y no implica una acción de peligro ni a favor ni en contra. Pero un delantero centro tal vez no haya recibido ningún balón en 80 minutos, pero el primer balón que toca, en el minuto 81, puede convertirlo en gol y darle la victoria a su equipo.
De hecho, los futbolistas que ocupan las portadas de los diarios deportivos no suelen ser los defensas, sino los que marcan los goles.
Pues bien, hoy voy a exponer mi teoría: la importancia del lateral derecho.
Mi teoría dice que el lateral derecho es un jugador muy importante dentro del equipo, aunque no lo parezca. Incluso, yo diría que es una de las claves del éxito de un equipo.
¿Por qué? Pues bien. La mayoría de los futbolistas son diestros. Así que, en un equipo, casi siempre habrá más jugadores diestros que zurdos. Inconscientemente, un futbolista diestro suele orientar su juego hacia la derecha, porque es donde maneja la bola. Así que, simplemente por cuestiones de matemáticas, las jugadas irán hacia la derecha.
Y bien, para construir una jugada, se debe empezar desde atrás. ¿Y quién hay en la derecha, atrás? El lateral derecho. Muchos balones irán hacia él. Yo diría que es el jugador que más balones recibe en un partido, junto con el defensa central derecho.
Así que es fundamental que el defensa lateral derecho sepa qué hacer con el balón. Esto requiere inteligencia, imaginación y seriedad. Inteligencia para elegir siempre la mejor opción. Imaginación para no hacer siempre lo mismo. Y seriedad para no perder su posición.
Parece también una tontería, pero el lateral derecho será quien más balones pondrá en juego desde el saque de banda. Y sacar de banda no es tan fácil como parece. Hay que saber bien a quién darle la pelota y cómo hacerlo.
Es esencial que el lateral derecho tome buenas decisiones, porque de lo contrario, el equipo rival se aprovechará y podrá hacer mucho daño. Y muchas veces no será fácil, porque los rivales taponarán las salidas y te dejarán con pocas opciones de maniobra. Sin embargo, siempre hay al menos una salida para la jugada. Con inteligencia, podrá saber cuál es la mejor opción.
Paciencia es otra de las cualidades necesarias para el lateral derecho. Tal vez está observando que su equipo le da demasiados balones a él, cuando en realidad sería más provechoso dárselos al centrocampista organizador. En esas situaciones deberá tener paciencia y devolver los balones que considere que no le corresponde a él jugarlos.
¿Necesita técnica? No mucha. La técnica le será necesaria en jugadas de ataque, pero esa no es la misión principal de un lateral derecho. Por supuesto, un lateral derecho que sepa atacar añade mucha versatilidad a su equipo, y se traducirá en un mejor juego colectivo. Pero mi teoría del lateral derecho dice que este jugador es vital en la iniciación de las jugadas, no en la finalización. Porque para atacar ya hay otros jugadores asignados de antemano.
De modo que, resumiendo: un lateral derecho que tome malas decisiones hará que su equipo no sea un equipo puntero. Mientras que un lateral derecho que tome buenas decisiones contribuirá al éxito de su equipo. En otras palabras, para que un equipo sea mejor que sus rivales, deberá tener un lateral derecho que sea inteligente, imaginativo y serio. No bastará con tener un lateral derecho común y corriente, porque en ese caso convertirá a su equipo en un equipo común y corriente.