La cultura china es muy antigua. Es una cultura milenaria. Y si hablamos de la escritura china, es considerada un arte. Los niños en China no la dominan hasta que no salen del instituto con 16 años.

Por eso, antes de empezar a aprender chino hay que saber: «¿Qué quiero hacer?». ¿Desearás aprender a hablar chino? ¿Leerlo? ¿Escribirlo?

El chino se habla de diferente manera según la provincia china que sea. Pero el chino común a todas las provincias, el que se considera dialecto oficial del imperio chino, es el mandarín.

Leer chino directamente no es fácil, porque no utilizan el alfabeto latino al que estamos acostumbrados, sino que utilizan caracteres. Para dominar el idioma se dice que necesitas 6.000 caracteres, y para defenderte, 1.000. Existe un sistema de transcripción fonética de carácter internacional, llamado pinyin. En la actualidad se utiliza tanto para los niños chinos que están en la escuela como para los extranjeros que desean aprender el idioma.

Y la escritura es lo más difícil. Por otra parte, no es tan necesaria, porque con las nuevas tecnologías, mediante el pinyin puedes defenderte, ya que casi todos los teléfonos móviles y ordenadores permiten la transformación de tu escritura en pinyin a la escritura en caracteres chinos.

Por lo tanto, separando estos 3 campos del idioma chino y viendo la dificultad que cada uno tiene, cada persona tomará su decisión de cuánto esfuerzo desea invertir, por cuánto tiempo, y con qué objetivo.

El idioma chino es un idioma tonal. Para hablarlo debes cambiar el chip. ¿Te gusta cantar? En caso afirmativo, se te dará bien el chino. Porque hablar en chino es como cantar. En los inicios, usarás un pentagrama mental, y poco a poco te irás soltando hasta el punto de llegar a «cantar» sin pentagrama.

Otro consejo que puedo dar es: aprender el idioma y todo lo que eso implica. Es decir: deberás imbuirte en la cultura china, el origen de las palabras, etimología, pronunciación, refranes, chascarrillos, cuentos chinos, etc. Al principio podrá parecerte pesado, pero conforme vayas avanzando, verás que es como un juego. Y cuanto más aprendes, más quieres saber. Te relacionarás con personas chinas y te contarán sus historias y cuentos que te servirán como una buena base cultural sobre la que asentar tus futuros conocimientos.

Practicar el idioma es otro punto importante. Grábate. Habla con chinos. Habla contigo mismo. Canta canciones chinas. Lee en voz alta. No dejes de pensar en el idioma. Tu cerebro irá asimilando poco a poco esa información y, sin darte cuenta, llegará un día en que pienses directamente en chino.

Cuando llegue ese momento, en que tu cerebro automáticamente piensa en chino, habrás dado un paso de gigante.

Constancia, paciencia e ilusión podrían ser 3 importantes ingredientes para el éxito de esta aventura tan fascinante que es: aprender chino.